Producir una canción

Producir una Canción

Patrick Schmitt, 29 de Septiembre de 2022

Producir una canción se puede tomar como un lienzo en blanco.

Cuando me reúno con un artista para hablar sobre su próxima canción o proyecto musical, me centro en el concepto al que quiere llegar dicho artista. Se busca la manera de trasladar sus palabras o su pensamiento en algo audible. Es como un arquitecto, que debe hacer una maqueta del próximo edificio que lo toca construir, con ideas que planteó previamente con la persona que lo contrató.

Este proceso consiste en pedirle artista referencias de lo que escucha: canciones, álbumes o artistas con los cuales se siente identificado. Parece algo lógico o muy típico, pero ayuda a anclar las bases del proyecto, aunque sirvan se inspiración, esto no significa copiar, simplemente es tomar ideas y nociones para llegar a crear algo original para el artista, con tu propio estilo y arreglos.

Dentro de esta misma fase, la comunicación es fundamental para producir una canción. Si el artista está en el mismo lugar que te encuentras tú, te recomiendo que pase por tu estudio y trabajen conjuntamente en su proyecto, ya que ese proceso creativo se acelera. El llamado ‘workflow’ tiende a ser diferente, por que comparten ideas al momento que se trasladan al DAW para escucharlo en directo y tomar decisiones.

En este punto, como productor es imprescindible llevar las riendas en tu estudio, eso quiere decir que siempre tengas ideas preparadas, que escuches al artista, que la sesión esté organizada y tener el concepto lo más claro posible, a pesar de que van a ver cambios; pero eso es parte del mismo proceso creativo. Es decir, guiar siempre al artista, para que se sienta entendido, arropado y que esté en buenas mano. Tiene que sentir que está invirtiendo en el sitio adecuado y que su canción va a sonar como se la imagina en su cabeza. 

No obstante, hay otras artistas que prefieren esperar a tener una muestra para tomar una decisión, ya que quizás no están en el mismo sitio que tú o no le gusta pasar tanto tiempo en el estudio. Pero siempre está la opción telemática, para aclarar dudas o enviar muestras (ya definidas), para no perderse en el proceso creativo.

Entrando en la parte técnica, al crear una canción, a término personal, disfruto de ir haciendo una pre-mezcla, dicho término no tiene una definición concreta, pudiendo llamarse en el mundo anglosajón como un rough mix, esta puede ir desde la configuración de cada instrumento con los faders y su posición del espectro estéreo y los potenciometros de paneo, como también puede contener cierto nivel de procesamiento del sonido, como paneos, añadir ecualización, compresión, e incluso efectos, para escuchar cómo va quedando el producto final.

Esto último es por el cual me suelo orientar más, para saber si se está logrando el ‘vibe’ que pide la canción, y tener un panorama general de cómo va a sonar, para posteriormente poder dedicarme con mayor esmero en ajustar detalles.

En conclusión, hay que tres cosas en cuenta, que son fundamentales:

  1. Tener el concepto claro, para así llegar al producto final que se imagina el artista.
  2. Llevar la producción del proyecto en todo momento y que el artista se sienta como en casa, esté o no esté en el estudio.
  3. Realizar la pre-mezcla, durante el proceso creativo para obtener ese ‘sazón’ que buscamos.

Como ejemplo, comparto el último tema que produje del cantante Adam Carter

Adam Carter – Más Libre Que Ayer (Official Video)

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